…decía Sabina en El hombre del traje gris hace más de 30 años. Y tan tristes como Landa en Sinatra nos quedamos hace 5, No solo nos robaron Abril, sino también Marzo y Mayo. Y a amigos y familiares, algunos lamentablemente para siempre.
5 años después de la pandemia hemos recuperado la normalidad. En algunas cosas hemos mejorado, como por ejemplo la normalización del teletrabajo en los empleos en los que es posible, y que ha facilitado enormemente la conciliación familiar. En otras seguimos igual, continuamos con una fuerte dependencia exterior tanto en productos finales como intermedios, pues seguimos en un mundo globalizado, con la producciñon deslocalizada y grandes proveedores asiaticos que no se pueden cambiar de la noche a la mañana a golpe de arancel.
Pero volvamos 5 años atrás. El duro, pero necesario, confinamiento que sufrimos con el estado de alarma trastocó toda nuestra forma de vida, Nos cambió el animo, sueño, el ritmo de la comidas. y Dificultó la convivencia y aumentaron las disputas familiares. Nos dimos cuenta que nuestras casas, por lo general pequeñas, no estaban preparadas para vivir encerrados en ellas, Lamentamos haber sacrificado la terraza por un salón más amplio. Necesitabamos andar y respirar aire puro y no podíamos.
En ese mes y medio encerrados en casa, desde el único sitio en que podía hacer fotos era desde la ventana del salón o la del dormitorio. Y 5 años después está es la selección de fotos que he hecho.
Vacio absoluto. 29 de marzo de 2020.
Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud elevó el pasado 11 de marzo de 2020 la situación de emergencia de salud pública ocasionada por el COVID-19 a pandemia internacional. La rapidez en la evolución de los hechos, a escala nacional e internacional, requiere la adopción de medidas inmediatas y eficaces para hacer frente a esta coyuntura. Las circunstancias extraordinarias que concurren constituyen, sin duda, una crisis sanitaria sin precedentes y de enorme magnitud tanto por el muy elevado número de ciudadanos afectados como por el extraordinario riesgo para sus derechos.
El parking de la estación de Tres Cantos completamente vacío. 15 coches mal contados y todos ellos de los vecinos. En cualquier otro domingo a esta hora estarían aparcados los coches de los que cogen el tren para bajar a Madrid, lo que se van a montar en bicicleta por el carril bici, pero aquel día el vacio esta absoluto.
Incumpliendo las normas. 1 de Abril de 2020.
Artículo 5. Colaboración con las autoridades competentes delegadas.
- Los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los Cuerpos de
Policía de las comunidades autónomas y de las corporaciones locales quedarán bajo las
órdenes directas del Ministro del Interior, a los efectos de este real decreto, en cuanto sea
necesario para la protección de personas, bienes y lugares, pudiendo imponerles servicios
extraordinarios por su duración o por su naturaleza. - Los agentes de la autoridad podrán practicar las comprobaciones en las personas,
bienes, vehículos, locales y establecimientos que sean necesarias para comprobar y, en su
caso, impedir que se lleven a cabo los servicios y actividades suspendidas en este real
decreto, salvo las expresamente exceptuadas. Para ello, podrán dictar las órdenes y
prohibiciones necesarias y suspender las actividades o servicios que se estén llevando a
cabo.
Siempre hay gente con la que no van las reglas. Simpre hay alguien que se aprovecha del sacrificio, responsabilidad y esfuerzo de los demas. Es El Listo Ibérico.
El último, por favor. 7 de Abril de 2020.
Artículo 10. Medidas de contención en el ámbito de la actividad comercial, equipamientos culturales, establecimientos y actividades recreativas, actividades de hostelería y restauración, y otras adicionales.
- La permanencia en los establecimientos comerciales cuya apertura esté permitida deberá ser la estrictamente necesaria para que los consumidores puedan realizar la adquisición de alimentos y productos de primera necesidad, quedando suspendida la posibilidad de consumo de productos en los propios establecimientos. En todo caso, se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad de al menos un metro a fin de evitar posibles contagios.
- Se suspende la apertura al público de los locales y establecimientos minoristas, a excepción de los establecimientos comerciales minoristas de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, establecimientos farmacéuticos, sanitarios, centros o clínicas veterinarias, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, prensa y papelería, combustible para la automoción, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía, comercio por internet, telefónico o correspondencia, tintorerías, lavanderías y el ejercicio profesional de la actividad de peluquería a domicilio. En cualquier caso, se suspenderá la actividad de cualquier establecimiento que, a juicio de la autoridad competente, pueda suponer un riesgo de contagio por las condiciones en las que se esté desarrollando.
Sufrimos fuertes recortes en nuestras libertades individuales para preservar una libertad común más importante, la de poder vivir. Recordemos que el pico de fallecimientos al día debidos al COVID-19 era del orden de 1000 personas. Esto es equivalente a cuatro Airbus 320 estrellados, cinco «11-M»s, cuatro DANAs como la de Valencia…… al día!
No olvides nada. 7 de Abril de 2020.
En aquel momento disponiamos de nuestra vivienda en la que cuidabamos de mi suegro de 88 años y un piso alquilado en la planta inferior en el que residiamos. Era lo que yo llamaba un duplex con escalera comunitaria, Sin salir del edificio, subía y bajaba constantemente entre ambas casas y en caso de presentar alguno de los dos el más mínimo indicio se aislaba en el piso de abajo. Yo era el encargado de salir a la compra y recuerdo habereme autoaislado en varias ocasiones. por si acaso.
He de reconocer que ir a comprar era una liberación, aunque en mi caso y teniendo el Mercadona enfrente de casa daba para pocos paseos. Aguantar las colas para el acceso era aburrido a pesar de estar al aire libre y se aprovechaba para comprar todo lo posible. Además, hubo escased de algunos productos. No llegó a haber carestia de productos básicos, pero no había siempre lo que querías o los productos que habitualmente comprabas. Recuerdo tener que comprar el pimiento y cebolla congelada para la paella, la harina de fuerza para hacer pan con la panificadora del Lidl, y como no… recuerdo la falta de papel higiénico, mascarillas y geles hidroalcólicos.